En lo que va de 2023 se han hecho grandes descubrimientos astrofísicos que nos llevan a mejorar nuestro entendimiento del universo, nuestros orígenes y posibilidades futuras.
La astrofísica es la forma en la que los seres humanos buscamos respuestas a las mayores preguntas universales que nos han ocupado desde nuestros inicios.
Desde la antigüedad los seres humanos nos sentimos atraídos por los misterios del cosmos. Son muchas y variadas las explicaciones que les hemos dado a los fenómenos astronómicos desde que observamos el firmamento.
En los antiguos Egipto y Mesopotamia, la necesidad de predecir fenómenos celestes era un componente indispensable para el desarrollo de la sociedad.
Fue tanto el interés de los primeros observadores del universo, que el desarrollo técnico alcanzado les permitió crear maravillas como las pirámides de Giza con un preciso posicionamiento basado en las matemáticas del espacio.
Este conocimiento fue utilizado luego por civilizaciones como la antigua Grecia. Su interés por el universo los llevó a calcular la distancia que separa a la Tierra de la Luna y el Sol, así como la proposición de que el sistema solar tiene como centro a este último.
En la antigua Grecia se escribió el Almagesto de Ptolomeo, un increíble tratado de astronomía con más de cuarenta constelaciones y 800 estrellas registradas.
Surge también el término planeta al observar el movimiento “errante” de los visibles Júpiter, Marte, Mercurio, Saturno y Venus.
Los romanos, por su parte, dieron mayor importancia a los beneficios económicos, militares y políticos de la astronomía siendo su aporte más importante el calendario que utilizamos actualmente.
Aunque muchos de estos descubrimientos han ido cambiando con los años de estudio, el ser humano no ha dejado de maravillarse con la inmensidad desconcertante del firmamento.
Precisamente en este artículo te hablaremos de los descubrimientos astrofísicos más recientes, si te interesa conocer un poco más de las explicaciones del firmamento sigue leyendo hasta el final, pues estaremos compartiendo información sobre exoplanetas, estudio de atmósferas remotas, lugares de posible viabilidad para la vida y mucho más.
¿Cuáles son los descubrimientos astrofísicos más recientes del 2023?
La ciencia no es estática, todo lo contrario, está en constante evolución. Cada vez nos plantea más y mayores retos, lo que nos permite evolucionar en nuestra búsqueda de respuestas ante los misterios del universo.
Este 2023 está siendo un año de interesantes descubrimientos astrofísicos. En menos de seis meses se han realizado importantes hallazgos que pueden ayudarnos a orientar nuestra percepción del universo, de nuestros propios orígenes e incluso nuestro futuro.
Por eso a continuación, te contaremos un poco sobre algunos de los principales hallazgos en la astrofísica en 2023 y cómo estos pueden influir en la forma en la que entendemos el universo.
El telescopio James Webb de la NASA descubre un nuevo exoplaneta
En enero de 2023 se hizo eco mundial de la noticia sobre el nuevo gran descubrimiento del telescopio James Webb de la NASA: un exoplaneta.
El telescopio James Webb (JWST) nos ha regalado varias alegrías desde su puesta en marcha en diciembre del 2021.
Este observatorio espacial fue desarrollado con el trabajo conjunto de 14 países y se opera en conjunción con la Agencia Espacial Canadiense, la Agencia Espacial Europea y, por supuesto, la NASA.
Fue creado para sustituir a los ya conocidos Hubble y Spitzer ofreciendo una mayor resolución y sensibilidad, permitiendo una amplia variedad de estudios.
Su objetivo es monitorizar los fenómenos más distantes del universo, cosa que hasta ahora no estaba a nuestro alcance tecnológicamente.
Con su ayuda esperamos desentrañar la formación de estrellas y planetas mejorando nuestra comprensión de lo que entendemos como la creación del universo.
Uno de estos descubrimientos trascendentales que nos ha regalado JWST es el descubrimiento de este exoplaneta lejano. De hecho, se localiza a unos 40 años luz de nuestro planeta.
Entre los aspectos que más han impresionado a la comunidad científica es el tamaño de este que se asemeja mucho al de la Tierra.
El exoplaneta ha sido clasificado como LHS 475 b y el siguiente paso en su investigación es descubrir si posee atmósfera.
Los primeros datos provienen del satélite TESS, también de la NASA. El entonces cuerpo celeste llamó la atención de los científicos que decidieron investigarlo con un dispositivo más potente descubriendo todo un planeta a las afueras de nuestro Sistema Solar.
El equipo de investigación de este proyecto está a cargo de los investigadores de la Universidad Johns Hopkins en el departamento de Física Aplicada, Kevin Stevenson y Jacob Yaeger.
El comunicador de la Agencia Espacial Europea (ESA), Lustig-Yaeger, ha detallado a la prensa que la presencia del exoplaneta ya es una certeza.
La importancia de este descubrimiento radica en que nuestra tecnología ha alcanzado un nivel que nos permite observar con detalle más allá de los límites de nuestra galaxia y aumentando nuestra posibilidad de realizar grandes y trascendentales descubrimientos futuros.
James Webb encuentra nubes de arena en un exoplaneta
En solo unas semanas, el James Webb fue capaz de llenar el anhelo de la comunidad científica de identificar una atmósfera lejana que quedó tras el descubrimiento del exoplaneta LHS 475 b.
Gracias a su capacidad de detección y análisis de las emisiones infrarrojas de objetos fríos distantes, fue posible el estudio del espectro de emisión del exoplaneta VHS 1256b que se encuentra a unos 40 años luz de la Tierra y posee una masa 19 veces mayor que Júpiter.
Mediante este estudio, un equipo internacional de investigadores ha detectado granos de arena, agua, monóxido de carbono y metano en la atmósfera de este exoplaneta.
Es la primera vez en la historia de la astrofísica que logramos detectar un gran número de moléculas en un planeta externo a nuestro Sistema Solar.
VHS 1256b es un exoplaneta gigante, gaseoso que orbita sus dos estrellas a una distancia mayor que la órbita de Plutón alrededor del Sol.
Imagina que solo una órbita completa tarda 10 mil años. Es por esto que su luz emitida no se mezcla con la de sus estrellas madre permitiéndonos obtener resultados fiables de su dinámica y composición.
Para el análisis de VHS 1256b, James Webb registró su espectro de emisión de su correspondiente atmósfera con temperaturas de hasta 815 ⁰C. Para lograrlo se valió de sus instrumentos equipados con tecnología de punta.
La radiación emitida por el exoplaneta puede ser medida dentro de rangos específicos de longitud de onda correspondientes a distintos compuestos químicos. Es así como se pueden identificar los compuestos de la atmósfera de VHS 1256b.
Este descubrimiento demuestra que tenemos el nivel tecnológico necesario para estudiar las atmósferas de exoplanetas lejanos y ¿quién sabe? Quizás encontrar vida o planetas en un futuro habitables para nosotros.
Descubren nuevas lunas en Saturno
A principios de 2023 fueron descubiertas 12 nuevas lunas en Saturno convirtiéndolo en el planeta con más lunas del Sistema Solar superando a Júpiter. Tras esta rotunda victoria, fueron descubiertas 62 lunas más llegando la cifra a 145.
La primicia fue comunicada por la Universidad de Columbia Británica (UBC) en Canadá. Como bromea el astrónomo del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian, Mike Alexandersen, Júpiter no tiene oportunidad ninguna de ganar esta contienda.
Las recientes lunas descubiertas son irregulares, con órbitas inclinadas y amplias que giran alrededor del planeta a una distancia de entre 9.5 y 29 millones de kilómetros. En total el planeta tiene 121 lunas irregulares y 24 regulares descubiertas.
La mayor luna conocida de Saturno es Titán con poco más de 4800 km y la más pequeña apenas 25 km de diámetro.
El descubrimiento de estas lunas es clave para entender la formación y funcionamiento de nuestro Sistema Solar ya que poseen información sobre eventos transcurridos durante su fase más primitiva.
Científicos descubren un impresionante géiser de agua en una luna helada de Saturno
Las lunas de Saturno no solo son sumamente importantes en el sentido de su cantidad e información potencial que pueden brindarnos, resulta que también se ha descubierto que una de ellas posee una inmensa columna de vapor de agua.
Se trata de una luna helada de 504 km de ancho llamada Encélado. Este satélite, el sexto mayor de Saturno, es conocido por poseer numerosos géiseres.
Uno de estos chorros de vapor de agua alcanza una extensión de 9600 km equivalentes a la distancia entre Japón y Reino Unido.
Lo realmente apasionante de este descubrimiento es que existe un océano subterráneo de donde salen estas columnas de vapor de agua lo que podría hacerla una candidata viable para la existencia de vida.
Esta hipótesis es respaldada por la misión Cassini de la NASA con la que entre 2004 y 2017 se logró reunir posibles evidencias químicas de la vida en estos géiseres, aunque no se encontraron seres vivos.
La Agencia Espacial Europea ha dicho sobre la detección de este géiser gigantesco que el agua brota aproximadamente a 300 litros por segundo. Este descubrimiento también se logró gracias al espectrógrafo infrarrojo cercano de James Webb.
Se descubrió que un 30% del vapor arrojado alimenta una masa de agua circular cercana al anillo E de Saturno. A pesar de que la temperatura exterior de Encélado es de unos menos 200ºC, la temperatura de su núcleo permite calentar el agua generando estas masas de vapor.
La profesora de astrofísica y Astrónoma Real de Escocia, Catherine Heymans explicó:
“Hemos comprobado que, en lo profundo de nuestro propio océano, en el planeta Tierra, la vida puede existir en este tipo de condiciones. Por eso, nos entusiasma ver estas grandes masas de vapor en Encélado. Nos ayudan a entender un poco más qué es lo que pasa ahí, qué probabilidades hay de que exista vida”.
La NASA ha proyectado una misión llamada “Enceladus Orbilander” con la que se espera investigar la existencia de alguna forma de vida en Encélado orbitando la luna para tomar muestras con una tecnología más avanzada que Cassini.
De ser aprobada esta misión, se llevará a cabo dentro de unas décadas y el encontrar vida depende de factores como el tiempo que lleva congelada el agua.
La Ciencia revela que puede que nuestra galaxia no sea como pensamos
Está bastante extendida la idea de la Vía Láctea como una bella galaxia con dos brazos principales y dos secundarios que parten de un gran cúmulo de estrellas.
Sin embargo, esta representación se trata solo de una teoría puesto que definir su forma exacta es impreciso hasta el momento. Sería como tratar de describir la forma de una nave inmensa desde una de sus ventanas.
La Vía Láctea es nuestra galaxia, que se compone de un gran número de estrellas, nebulosas y otros cuerpos celestes que giran en torno a un agujero negro central.
De hecho, recientes estudios sugieren que nuestra galaxia tiene solo dos: el Brazo de Perseo y el Brazo de Norma.
El Brazo de Perseo se encuentra en el hemisferio norte galáctico y es el más cercano al centro galáctico.
El Brazo de Norma, por su parte, se encuentra en el hemisferio sur galáctico. Estos dos brazos son bastante distintos entre sí. El Brazo de Perseo es más grande y activo, con estrellas masivas y nebulosas brillantes.
De hecho, el famoso cúmulo abierto de las Pléyades forma parte del Brazo de Perseo. El otro, en cambio, es menos visible y menos conocido. Contiene menos estrellas y nebulosas, y parece ser más tranquilo.
Generalmente las galaxias son elípticas, irregulares o en espiral. Dentro de este tercer grupo está la nuestra, el caso es que, en este, la mayor parte de las galaxias tienen solo dos brazos que pueden ramificarse en otros menores.
Eso se cree que es el caso de nuestra galaxia, pues de tener cuatro brazos sería bastante inusual afectando sus propiedades.
A esta conclusión se llegó tras el análisis de varios datos astronómicos recopilados en un estudio publicado en The Astrophysical Journal por un equipo de científicos espaciales de la Academia de Ciencias de China.
Este modelo nuevo de nuestra galaxia puede ser la base para seguir estudiando su estructura y forma.
Es un buen paso para poder definir finalmente en un futuro no tan lejano cuál es la forma de nuestra Vía Láctea.
Detectan moléculas precursoras de vida en una galaxia a 12 mil millones de años luz
El más reciente y fascinante descubrimiento astrofísico hasta la fecha es la detección de un hidrocarburo aromático en una galaxia a 12 mil millones de años luz de nuestra galaxia.
Este hidrocarburo se produce cuando cocinamos con leña o al quemar tabaco y es, de hecho, muy tóxico. También es muy común en el espacio interestelar.
El hidrocarburo aromático es uno de los componentes que originó la vida en el planeta Tierra.
El hallazgo ha sido realizado por el equipo internacional liderado por astrónomos en la Universidad de Texas mediante el James Webb.
El astrónomo Justin Spilker y su equipo han encontrado estas moléculas orgánicas nada más y nada menos que a 12 millones de años luz de distancia. Debido a su lejanía, la luz que detectó el equipo científico comenzó su viaje hace 1500 millones de años después del Big Bang.
Se trata de otro fenómeno predicho por Einstein, ya que la presencia del compuesto fue detectada gracias a la lente gravitacional del James Webb.
La luz procedente, en este caso de la galaxia a 12 mil millones de años luz, se curva al pasar cerca de objetos masivos distorsionándolos y haciéndolos parecer más cercanos.
La existencia de gases suele ser un indicativo de viveros estelares. Los científicos observaron zonas con hidrocarburos aromáticos sin creación reciente de estrellas y zonas sin ningún rastro de ellos, pero con viveros estelares.
Esto los ha llevado a deducir que el medio interestelar en etapas primigenias del universo puede no ser tan maduro como las modernas determinando dos edades distintas del cosmos.
¿Cómo cambian los más recientes descubrimientos astrofísicos la comprensión que tenemos sobre nuestro universo?
Los recientes descubrimientos astrofísicos están ayudando a cambiar nuestra comprensión sobre el universo de varias maneras.
Algunos de estos descubrimientos incluyen la detección directa de ondas gravitacionales, la identificación de materia oscura y la medición más precisa de la tasa de expansión del universo.
Estos hallazgos están llevando a avances en la física teórica y la cosmología, y están permitiendo a los científicos desarrollar una imagen más precisa y detallada del universo y su evolución.
Por lo tanto, estos descubrimientos están cambiando nuestra comprensión sobre el universo de una manera significativa.
Como dijo el físico teórico, astrofísico, cosmólogo y divulgador científico británico Stephen Hawking: “La física y la astronomía brindaban la esperanza de comprender de dónde veníamos y por qué estábamos aquí y yo deseaba sondear las remotas profundidades del universo. Tal vez lo he conseguido en una pequeña medida, pero aún es mucho lo que deseo conocer”